BARRA LIBRE. // Alfredo Quezada Hernández.
- El super delegado también se apunta.
Y como de que no, si es de los pocos que desde siempre ha caminado al lado del tabasqueño, Huerta Ladrón de Guevara, sobra decirlo, es el único que le ha guardado fidelidad al dueño de “La Chingada”. Tan bien se conocen que sólo basta una mirada para que el oriundo de Naolinco entienda las señales. Pero esto es algo que los tozudos renegridos de la aldea, entiéndase el hijo de Atanasio, El Morenito de la Cuenca, “El Carón y “Tarzancillo”, no han querido entender.
Y es normal lo mostrenco de estos últimos personajes.
Lo que pretenden ignorar es que Manuel Huerta es un avezado político, es movido, atravesado cuando así lo requiere la situación, y discreto.
Por eso cuando precisa que la candidatura no la va a obtener figurando en columnas políticas ni tapizando todo Veracruz de espectaculares, mucho menos gracias al dedo divino, tiene toda la razón, sabe de qué está conversando. Este amorfo renegrido no habla al calor de la emoción, sus frases tienen peso, tienen forma y tienen fondo.
Claro que sí.
Ahora si a lo anterior le agregamos que es amo y señor de los programas sociales que maneja el gobierno federal, váyanle poniendo seriedad al asunto.
O acaso es necesario reiterar que el naolinqueño, como la longaniza, tiene una sobrada fuerza, ya que tener el control de todos esos beneficios sociales lo ubica en un lugar muy privilegiado, espacio al que muchas de las “corcholatas” locales no le han prestado atención.
Los que se mencionan piensan que Manuel es nuevo en estas lides, suponen que el naolinqueño es primerizo, pero no, a Manolo se le cocina aparte. Lo verán todo mugroso y feíto, pero quienes le conocen aseguran que le cocinan con aceite de oliva.
Pero eso no es todo, Manuelito de igual forma tiene en la palma de su mano a los 212 alcaldes veracruzanos, los conoce y lo conocen. Le prestan la atención requerida.
Por si lo anterior fuera poco, el dueño de “La Chingada” está cierto que fue precisamente él, el artífice del arrollador triunfo de MORENA, en tierras veracruzanas, en la pasada jornada electoral.
Ese merito nadie se lo quita.
Aun cuando lo niegue, el hijo de Atanasio ve en Manuel Huerta un enemigo político a vencer, lo curioso es que el naolinqueño se lo almuerza de un zarpazo, ni a melón le va a saber.
Ahora quién podrá negar que el funcionario federal es quien realmente apuntala, en tierras veracruzanas, al partido en el poder, el tal Esteban Zepeta, si acaso es únicamente una figura decorativa hacia el interior de los chairos.
No se sorprenda si al paso de los meses la imagen de Manuel Huerta va tomando dimensiones insospechadas, pues el funcionario federal conoce los drenajes del movimiento y es un experto en eso de saber utilizar la estructura de los programas sociales que tiene a su disposición.
Pobre zacatecana, Rocío Nahle, de nada le valdrá esa ley que le inventaron.
Allá ellos y su mala cabeza.
Provecho.
IPAX – CAPACITACION PERMANENTE.
Vaya que, en el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial, hoy en día, la capacitación de sus elementos es uno de los puntos neurálgicos.
La actual administración no ha descuidado detalle alguno por lo que la entrega de buenos resultados es toda una realidad, un entorno que tenía rato no se vivía.
El adiestramiento es permanente y progresivo, siempre impartido por gente altamente calificada, procurando una formación integral la cual también comprende actualización, desarrollo y especialización, componentes que le permiten al elemento desarrollar al máximo sus capacidades y habilidades.
El Comisionado, Héctor Manuel Riveros Hernández, es un convencido que la formación de las y los policías es indispensable para la buena marcha de la institución, para la entrega de resultados positivos a los cientos de empresas que requieren de los servicios, por lo que la demanda de más elementos se ha visto acrecentada en los últimos meses.
El sector empresarial está cierto que los elementos del IPAX, tienen como principales objetivos mantener la seguridad y el orden en sus establecimientos, resguardar la fuente de empleo y proteger los bienes de actos delictivos.
Sin lugar a dudas que actualmente el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial es otro, el giro que le ha venido a dar Riveros Hernández, es algo que nunca se había visto.
Bien por tan destacable instituto.